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Samuel fundó su primera tienda de 400 metros cuadrados en un pequeño pueblo de 3,000 habitantes. Ni su tamaño, ni su mercado le generaba miedo a crecer. Samuel se propuso vender más barato que su competencia y ganar dinero vendiendo más volumen y no necesariamente más caro. Sin embargo, vender más barato que los demás pronto significó un problema para Samuel. Sus costos (p.ej. la renta o sueldos) eran similares a su competencia; pero el costo de sus productos estaba en desventaja porque empresas más grandes negociaban mejores precios con los proveedores.

Samuel no se dio por vencido y decidió soportar su estrategia en tecnología. El se repetía a sí mismo que si su negocio podía paso a paso reducir más costos de operación, entonces encontraría a largo plazo una ventaja sobre su competencia. Samuel tenía mucha ‘tela de donde cortar’. Podía planear comprar solamente los productos que sus clientes necesitaban, y no desperdiciar espacio y dinero en productos que no se venderían. Podía agilizar ciertas operaciones como medir niveles de inventario, generar órdenes de compra, o transportar sus productos de manera eficiente. Podía aprender mejor de sus clientes al tener más datos sobre sus ventas y en menos tiempo que su competencia. Las opciones eran mayores a las posibilidades y el factor común: tomar decisiones de manera diferente que los demás.

A medida que su negocio lo permitía, Samuel invirtió en tecnología y conocimiento para soportar la toma de decisiones en estos temas y muchos más. Fue pionero en el uso de equipos computacionales, sistemas punto de venta, comunicación de datos, entre otros. Así, en unos  años, convirtió su pequeña tienda de 400 metros cuadrados en la cadena de supermercados más grande del mundo. Walmart (de Sam Walton) en sólo 43 años se convirtió en la empresa más grande del mundo; por encima de monstruos como Exxon Mobil, Ford Motor, GE, Boeing y muchos más. Sam Walton y su equipo revolucionaron la industria de ventas al por menor.

El ejemplo de Walmart es uno muy representativo pero de ninguna forma el único. Ayuda a reflexionar sobre nuestra disposición como empresarios a utilizar la tecnología y los datos para tomar mejores decisiones. Es bueno mantener en el radar como Walmart, desde los 70’s, planteó su estrategia alrededor de las tecnologías de información (TIs).

Es difícil no preguntarse personalmente ¿Qué posición tengo respecto a estos temas 50 años después de Mr. Sam?

             El presente

Hoy en día, las TIs como medios para manejar datos y tomar mejores decisiones son utilizadas virtualmente por todas las industrias y por empresas de todos los tamaños. Desde los grandes brokers financieros, hasta los restaurantes y los hospitales, la manufactura, los transportistas, los mercadólogos, los agricultores, ‘todos’.

Sin entrar mucho en la teoría, la ciencia nos dicen que una decisión con resultados negativos puede ser producto de:

Factores incontrolables = Inevitable

Factores controlables = Evitable

En otras palabras, no podemos controlar al 100% el resultado de nuestras decisiones, pero sí podemos controlar cómo tomamos esas decisiones. Afortunadamente, a la larga son la suma de muchas decisiones bien tomadas las que hacen que un negocio reduzca sus riesgos y crezca. De manera general, hay cuatro maneras en las que podemos tomar nuestras decisiones. Entre ellas, hay un intercambio entre qué tan rápido se puede tomar la decisión y que tan riesgoso es el resultado de dicha decisión:

Está por demás decir que basar nuestras decisiones en conocimiento es lo mejor; pero no es necesario llegar a ese nivel de un día para otro. A medida que usamos datos e información para dejar de operar en base a instinto, también provee mejores resultados al mediano y largo plazo.

             Invertir o no en mejores decisiones.

Un pretexto común de los dueños de negocios para no invertir en herramientas para tomar mejores decisiones es su costo. Pero como decía el reconocido analista de mercados estadounidense Arthur C. Nielsen:

“El precio de la luz es menor que el costo de la oscuridad.”

Vivimos en tiempos muy acelerados y la tecnología evoluciona radicalmente en cuestión de meses. Los negocios no están exentos a esta evolución. Hoy en día la disponibilidad del internet, el software, el almacenamiento de datos barato y las computadoras al alcance de todos ayudan a nivelar el suelo y permiten a cualquier negocio competir –incluso contra los más grandes.

Pero esta dinámica requiere salir de nuestra zona de confort y priorizar nuestro enfoque para darle importancia al proceso de la toma de decisiones como tal. Esto implica entender que mientras algunos de nosotros nos debatimos en adquirir una tecnología que cuesta lo mismo que tomar café en Starbucks, hay empresas como Target, que en 2012 desarrolló un sistema de inteligencia que les permite adivinar cuando una clienta está embarazada –incluso antes que su propia familia. ¡Hablemos de adelantarnos a la competencia!

Es de vida o muerte adaptarse a los nuevos tiempos y las nuevas tecnologías. Es la diferencia entre morir, sobrevivir, o comenzar a vivir y crecer como empresas.

Referencias:

Photo by Bobak Ha’Eri / CC BY-SA 2.5

http://corporate.walmart.com/our-story/our-history

http://www.cio.com/article/2437873/infrastructure/45-years-of-wal-mart-history–a-technology-time-line.html

http://archive.fortune.com/magazines/fortune/fortune500_archive/full/2002/

http://www.nytimes.com/2012/02/19/magazine/shopping-habits.html